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EL IMPACTO DE LA CARNE EN EL MEDIO AMBIENTE

hazte vegano para parar el cambio climatico

¿Te has preguntado alguna vez cómo la ganadería industrial afecta al medio ambiente? Veamos lo que piensan los expertos: «Por la magnitud de su impacto, la ganadería es uno de los dos o tres sectores con repercusiones más graves en los principales problemas medioambientales a todos los niveles, desde el ámbito local hasta el mundial.

La incidencia del ganado en los problemas ambientales, así como también su potencial para contribuir a solucionarlos, son decisivos. Su impacto es tan significativo que precisa urgente atención. Podrían obtenerse notables reducciones del impacto a un costo razonable».

Así lo exponía la Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO) el 29 noviembre de 2006 en su famoso informe titulado “La larga sombra del ganado”.  Transcurrida más de una década, la situación no parece mejorar. De hecho, la evidencia no ha hecho más que crecer hasta poder afirmar que la ganadería es actualmente el mayor agente destructor del medio ambiente.

En este artículo desglosamos el efecto que tiene en 5 áreas: Cambio climático, Deforestación, Extinción de especies, Océanos, Uso de tierra y Desechos.

CAMBIO CLIMÁTICO

El cambio climático es un cambio significativo y perdurable de la distribución estadística de los patrones climáticos durante los períodos que van desde décadas a millones de años.  Y, aunque es cierto que el clima es intrínsecamente variable debido a factores como la radiación solar o las corrientes oceánicas, esta variabilidad tiende a mantenerse en equilibrio.

Sin embargo, la actividad humana ha logrado romper este equilibrio. La emisión de altas concentraciones de gases de efecto invernadero, como pueden ser el dióxido de carbono, el metano o los óxidos de nitrógeno, está causando un calentamiento global sin precedentes que se traduce en un aumento de la temperatura de la atmósfera y los océanos que causa una disminución en el volumen de hielo y nieve y, por consiguiente, un aumento en el nivel del mar.

Así pues, el responsable directo del cambio climático es el incremento en la emisión de gases de efecto invernadero pero, ¿quién es responsable de dicha emisión y, por lo tanto, quién es el responsable real del cambio climático?

A menudo pensamos en los medios de transporte que usan combustibles fósiles y por ello se han creado muchas campañas para incentivar el uso de medios de transporte alternativos como la bicicleta o la compra de productos locales que no requieran un largo transporte.  

Estas iniciativas son muy positivas ya que todos los medios de transporte (incluidos motocicletas, coches, camiones, buses, trenes, barcos y aviones) son responsables del 13% de la emisión del gases de efecto invernadero.

Sin embargo, lo que también concluye el artículo, y no es tan conocido por el público general, es que la ganadería es responsable de al menos el 18%. Si tenemos en cuenta el ganado y sus subproductos, esta cifra crece hasta  51%, lo que equivale a la emisión de 32000 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.

Así pues la ganadería contribuye más al cambio climático que todos los medios de transporte combinados.

A parte del dióxido de carbono, existen otros gases de efecto invernadero como el metano o los óxidos de nitrógeno que tienen mayor potencial de calentamiento global.

En cuanto a estos sabemos que las emisiones de metano del ganado equivalen a las del gas natural, relevante dado que el metano es de 25 a 100 veces más destructivo y su contribución al calentamiento global es 86% mayor que el dióxido de carbono, en un período de 20 años.

Además, el ganado es responsable del 65% de las emisiones de óxidos de nitrógeno, que contribuye 296 veces más al calentamiento global que el dióxido de carbono y que permanece en la atmósfera durante 150 años.

DEFORESTACIÓN

Sabemos que un sólo árbol es capaz de absorber hasta una tonelada de dióxido de carbono durante su vida, lo que nos lleva a pensar que la reforestación podría ser una buena forma de combatir el cambio climático Sin embargo, los humanos estamos haciendo todo lo contrario.

Actualmente se está produciendo una deforestación masiva, especialmente relevante en países con una elevada diversidad de hábitats, hogar de un gran número de especies.

Recientemente muchas organizaciones en pro del medio ambiente se han centrado en el aceite de palma como uno de los mayores responsables de la tala de selva tropical y de destrucción del hábitat de especies salvaje ya que ha causado la tala de 105 billones de m2  de selva.

Una cantidad enorme pero que sin embargo palidece al lado de la cantidad talada por la industria ganadera, que llega a 550 billones de m2. Tristemente, se pierden entre 4000-8000m2 de selva tropical cada segundo. Y de nuevo, la causante es la industria ganadera, responsable del 91% de la destrucción del amazonas y de que se haya talado el 75% de su selva tropical.

Según un artículo publicado en 2015, en el período 1990-2005, el 71% de la deforestación de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Paraguay, Perú y Venezuela fue causada directamente por la demanda de pastos, proceso que conllevó la pérdida de un tercio de la vegetación de dichos países.

Por mencionar algunos ejemplos, la demanda de terreno de pastura fue la responsable del 43% de la deforestación en Argentina y del 80% en Brasil. Otro gran culpable  fue la conversión del terreno a cultivos en los que se produce grano para alimentar al ganado, causante del 43% de la deforestación de Argentina.

Para conseguir sus objetivos, la industria ganadera no ha tenido ningún tipo de escrúpulo: se han reportado grandes incendios de causa sospechosa en bosques y selvas de la Amazonia y Borneo así como la muerte de 1100 activistas en los últimos 20 años cuya única culpa fue defender la conservación de la selva de Brasil. 

EXTINCIÓN DE ESPECIES

Sólo en Estados Unidos, cada año dos millones de animales salvajes son asesinados por la industria ganadera ya que esta los percibe como una amenaza para el ganado. Las principales víctimas son lobos, zorros, osos y coyotes.

Los métodos que se utilizan para matarlos son tan escalofriantes como las cifras: envenenamiento, disparos desde helicópteros o avionetas y trampas inhumanas que, si no los matan al instante, les condenan a días de sufrimiento hasta que mueren debido a las heridas, al hambre o a la inclemencias del tiempo.

Sin embargo, esta es sólo una pequeña parte. Lo que realmente pone en peligro la fauna salvaje es la pérdida de su hábitat debido a su transformación en terreno de pastura o en campos de conreo donde se cultivará grano para alimentar al ganado. Este fenómeno afecta también a especies en peligro de extinción.

En países como Tanzania, hogar de una enorme variedad de animales en riesgo de desaparecer de la faz de la tierra, el ganado rural está agotando los recursos vegetales a un ritmo alarmante y está causando que animales como rinocerontes, elefantes o cebras ya no sólo deban temer a los cazadores furtivos, sino también a la desaparición de su hábitat.

Si expandimos nuestro punto de vista a nivel global, las cifras son aún más devastadoras. Cada día se extinguen 137 especies de plantas, insectos y animales debido a la destrucción de la selva tropical.

En los últimos 500 años se han extinguido 1000 especies de animales, pero actualmente el ratio de extinción ha aumentado hasta la alarmante cifra de 140.000 especies cada año. La mayor extinción en masa de los últimos 65 millones de años.

USO DE LA TIERRA: RECURSOS Y DESECHOS

Como hemos visto, la ganadería se extiende ocupando bosque y selva hasta el punto que actualmente ocupa el 30% de la superficie terrestre del planeta, sobre todo en pastos permanentes. Pero hay que incluir también el 33% de la tierra cultivable del mundo destinada a producir alimento para el ganado.  

También consume otro recurso cada vez más valioso, el agua. Para producir una sola hamburguesa se necesitan 3000 litros de agua, lo que equivale al consumo que hacemos al ducharnos durante 2 meses. Lo que explica que la industria de la carne y la leche consuman entorno a un tercio del agua fresca de la tierra y supongan el 55% del consumo de agua en Estados Unidos (frente al 5% que se destina a uso doméstico).

Más de la mitad de la producción de cereal de Estados Unidos y casi el 40% de la producción mundial se destina a la alimentación del ganado, no al de seres humanos. En Estados Unidos se estima que existen unos 8.000 millones de animales de granja, que consumen siete veces más cereal que el total de la población estadounidense.

Para producir un sólo kilo de carne de ternera se necesitan 13 kilos de cereal y 30 kilos de forraje.

Por si fuera poco, a este enorme uso de recursos naturales debemos sumarle la cantidad de desechos que produce la industria ganadera. Cada minuto, los animales criados para el consumo generan 3,2 millones de kg de excrementos sólo en Estados Unidos. Para hacernos una idea un poco más visual, los desechos de 2500 vacas lecheras equivalen a los desechos que genera una ciudad de 411.000 habitantes.


OCEANOS

Actualmente el 75% de las zonas de pesca del planeta están sobreexplotadas o sus recursos han sido completamente agotados. ¿Nos lo podemos permitir?

Estudios recientes apuntan que cada año entre 90 y 100 millones de toneladas métricas de peces, lo que equivale a 2.7 trillones de animales, son despojados del océano. Este ritmo es tan elevado que impide que las especies marinas puedan reproducirse y recuperar su población. Si esto sigue así, en 2048 podríamos tener océanos sin peces.

Lo que resulta aún más lamentable es saber que el 40% de estos peces son descartados, pues por cada kilogramo de peces que se pretende pescar, se extraen 5kg de especies marinas no deseadas que son descartados sin piedad. Además esta explotación causa la muerte de 650000 ballenas, delfines y focas anualmente, así como 50 millones de tiburones.

Ya hemos visto en cifras y datos el gran impacto que tiene la ganadería industrian en el medio ambiente y sus repercusiones a corto, medio y largo plazo. Si queremos colaborar de forma directa, reduciendo nuestra huella de carbono, la manera más eficaz es adoptando un estilo de vida vegano y una dieta basada en vegetales. 

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