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TENEMOS 12 AÑOS PARA PARAR EL CAMBIO CLIMÁTICO

12 AÑOS ÀRA PARAR EL CALENTAMIENTO GLOBAL

COMO UNA DIETA BASADA EN PLANTAS PUEDE AYUDAR A SALVAR EL PLANETA

Según un reciente informe publicado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés), a la humanidad sólo le quedan 12 años para tomar medidas que limiten el calentamiento global. De no ser así, nos encontraremos ante una catástrofe climática irreversible.

En el informe han participado 91 autores y está basado en 6000 fuentes científicas que evidencian que el aumento de la temperatura global es cada vez más alarmante y que nos estamos encaminando a un incremento de 3ºC, una cifra que dista mucho del acuerdo firmado en la XXI Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático celebrada en París en la que se pactó mantener la temperatura global por debajo de los 2ºC.

El informe expone que ya estamos sufriendo las consecuencias del calentamiento global con el incremento actual de 1ºC. En los últimos años estamos viviendo condiciones meteorológicas extremas (inundaciones, sequías, calor extremo, etc), se ha producido un aumento del nivel del mar y una disminución significativa del hielo en el Ártico.

Ante esta situación, los autores afirman que sobrepasar el incremento de 1.5ºC supone poner en juego la habitabilidad de nuestro planeta. Lo que resulta alarmante es que este límite podría ser traspasado en 2030, en apenas 12 años. Lograr mantener el incremento de  la temperatura por debajo de 1.5ºC va a requerir cambios drásticos y sin precedentes pero la ventana de oportunidad sigue abierta.

Objetivos y coste

Para lograrlo, el informe marca las siguientes 5 metas:

  1. Reducción de un 45% de la emisiones globales de CO2 registradas en 2010 para el 2030.
  2. Las energías renovables proveerán un 85% de la energía global en 2050.
  3. El uso del carbón se debe reducir a prácticamente cero.
  4. Destinar 700 millones de kilómetros cuadrados a cultivos energéticos (un poco menos del tamaño de toda Australia).
  5. Cero emisiones globales netas para el 2050.

Lograr estos objetivos no va a ser barato. El informe cifra en 2.4 trillones de dólares la inversión anual que se deberá hacer en el sistema energético entre 2016 y 2035. Sin embargo, esperar más tiempo sólo conseguirá que el problema y, consecuentemente, la inversión económica que habrá que hacer para solucionarlo, crezcan.


¿Qué sucederá si no actuamos ahora?

Con el incremento actual de 1ºC ya estamos viendo como ambos polos se están deshaciendo a un ritmo muy acelerado y las catástrofes meteorológicas son cada vez más frecuentes.

Si sobrepasamos el límite de 1.5ºC y nos acercamos a los 2ºC perderemos todos los arrecifes de coral y el nivel del mar global aumentará 10cm, lo que expondrá a 10 millones de personas más a sufrir inundaciones que si nos mantenemos en 1.5ºC.

Se extenderán enfermedades como el Dengue o la Malaria. Además, nuestra capacidad de cultivar arroz, maíz y trigo disminuirá, lo que aumentará la hambruna y limitará seriamente nuestra disponibilidad de alimento. La temperatura y acidez del océano también se verán alteradas, lo que afectará a todo el ecosistema marino.

¿Qué puedo hacer yo para frenar el cambio climático?

En palabras de la Dr. Debra Roberts, co-chair del IPCC, «Los cambios en nuestro estilo de vida pueden marcar una gran diferencia, lo que resulta muy empoderador para todos nosotros como individuos».

A nivel doméstico, el informe recomienda aislar nuestros hogares para evitar el uso excesivo de la calefacción o el aire acondicionado, así como elegir métodos de lavado y secado de ropa más sostenibles.

En cuanto al desplazamiento, nos animan a ir a pie o en bicicleta en las distancias cortas y, si tenemos que usar un coche, elijamos un vehículo eléctrico o compartamos. En las largas distancias, es preferible utilizar trenes o buses en lugar de aviones.

Sin embargo, el punto al que le dan mayor importancia es a la reducción del consumo de productos animales y a elegir productos que tengan una menor huella de carbono y que se hayan producido localmente y de forma sostenible.

Animar a dejar de comer animales no es una recomendación que se haya planteado en la mayoría de campañas a favor del clima y, de hecho, muchas de las grandes fundaciones que defienden el planeta habían ignorado de forma flagrante la problemática medioambiental que supone el consumo de animales hasta la fecha.

Finalmente, parece que la evidencia científica ha vencido a los intereses económicos y por fin se está empezando a afrontar el problema. Y es que mucha gente se sigue sorprendiendo cuando conoce que la industria productora de animales para el consumo genera más gases de efecto invernadero que todas las formas existentes de transporte combinadas (el 18% frente al 13% de emisiones totales de dióxido de carbono).

Sin embargo, estimaciones más recientes muestran que el rol de la industria ganadera en el cambio climático podría ser aún mayor de lo que creíamos hasta ahora, ya que la producción de ganado y sus subproductos podrían llegar a suponer más del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial y anual, lo que equivale a la emisión de 32000 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.

Si quieres conocer mejor el rol de la industria ganadera en el cambio climático, la disminución de recursos naturales, la deforestación y la pérdida de biodiversidad te animamos a leer nuestro artículo, donde detallamos con cifras y datos esta problemática.

Ahora que ya conoces el elevado coste medioambiental que conlleva el consumo de productos animales, ¿qué vas a hacer tú para ayudar a salvar a nuestro planeta?  

A pesar de que este informe ha demostrado de forma empírica que nos queda poco más de una década para frenar los devastadores efectos del cambio climático, muchos líderes mundiales siguen negando su existencia por motivaciones económicas tremendamente egoístas. Así pues, la responsabilidad recae en todos nosotros.

Si tienes interés en profundizar sobre el tema, te invitamos a leer nuestro post sobre los beneficios medioambientales de una dieta basada en plantas. Puede que pienses que como individuo tienes poco poder, pero si lees el artículo te darás cuenta de que la revolución empieza en nuestro plato.

Si queremos lograr el cambio global, debemos empezar a actuar localmente y responsabilizarnos de nuestros actos. Nuestras acciones cotidianas pueden tener un impacto muy positivo para nuestro entorno. ¿Te animas?

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